miércoles, 13 de abril de 2016

REFLEXIONES SOBRE LAS ACTIVIDADES DEL BLOQUE 3




En cuanto a la primera actividad que realizamos en este bloque de analizar un ciclo de menús en nuestro centro educativo, me ha servido para varias cosas:

-       Por un lado, he podido observar cómo en algunos grupos de alimentos no se llegaba al mínimo recomendado. Ha sido en el caso del huevo. Al evaluar a mis compañeros he comprobado que, exceptuando uno, en el resto de casos ocurría lo mismo.

-       Por otro lado, he podido comprobar que los menús de los centros educativos cubren en su inmensa mayoría, las necesidades nutritivas de nuestros alumnos/as. Por lo que, si contamos con algún alumno cuya familia no dispone de los recursos necesarios para que el niño o la niña en cuestión pueda comer pescado o carne. El comedor juega este papel importantísimo de compensar dichos déficits. Normalmente son los alimentos más “caros” y los primeros en ser suprimidos de la dieta de los niños.

En cuanto a su aplicación en el contexto escolar, esta actividad la adaptaría y quedaría de la siguiente forma:

-       En lugar de un ciclo de menús mensual, a cada niños/a le daré una tabla en blanco para realizar una observación semanal. Es decir, ellos deberán ir rellenando la tabla diariamente, indicando los alimentos que consumen en DESAYUNO, ALMUERZO, COMIDA,MERIENDA Y CENA. Así durante una semana.

-       Una vez los alumnos han rellenado dicha tabla, deberán clasificarlos por grupo. Al ser niños/as de Educación Primaria, centraremos nuestra atención sobre todo en la presencia de bollería industrial, así como la presencia o ausencia de frutas y verduras.

-       Una vez analizadas las tablas, podríamos profundizar un poco más en las cantidades (frecuencia) recomendadas por grupos de alimentos para que los alumnos reflexionen acerca de sus hábitos alimentarios y ver si deben realizar algún cambio en su dieta.

 

La segunda actividad del Bloque 3 me ha resultado muy interesante y he extraído varios aprendizajes de ella:

-       He podido cuantificar el gasto calórico de todas y cada una de las actividades que forman parte de mi día a día.

-       He comprobado, como sospechaba, que debo ingerir mayor cantidad de calorías. Digo que lo sospechaba porqué desde hacía algunos meses he estado sintiendo como que me faltan fuerzas a media tarde. Tengo la solución: incluir en mi menú un segundo plato y en cuanto a la merienda, enriquecerla con la presencia de un puñado de almendras y algo de cereales.

Su aplicación en el aula podría ser la siguiente:

-       En mis sesiones de Educación Física y pensando en los niveles superiores (5º y 6º), a la hora de trabajar los contenidos referidos a las capacidades físicas básicas: la resistencia sería la elegida. ¿Cómo? Pues en un primer momento, realizaríamos desplazamientos caminando durante unos 3 minutos (a ritmo medio), luego realizaríamos una pequeña carrera continua de unos 3 minutos también. Una vez realizado, les enseñaría a calcular el gasto calórico de las actividades que han realizado.

De esta manera, contextualizaríamos de una manera natural, la relación entre actividad física, alimentación y gasto calórico.

-       Después de calcular el gasto calórico, podemos mostrarle distintos alimentos que están presente en su día a día como: bolsa de patatas, coca-cola,etc… Para que ellos empiecen a reflexionar acerca de si su presencia diaria les compensa o no a medio/largo plazo.

Una vez más, seguimos aprendiendo!

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